Episodio 1 - Abundancia Espiritual




 
Solemos pensar en la abundancia como un vocablo referente a cantidad, a demasía, riquezas materiales, incluso derroche. Y sí, gramaticalmente estos pueden ser algunos de sus sinónimos. ¿Pero qué es la abundancia desde el punto de vista espiritual? ¿Con qué identificamos este sustantivo en nuestra vida diaria, en nuestros deseos, nuestras metas, en nuestras ambiciones?

Hoy, te invito a que admiremos juntos cada momento del día, quizás encuentres la abundancia en el sitio menos esperado.

Recuerdas la última vez que disfrutaste de una puesta de sol sin preocuparte por absolutamente nada? Esa sensación que te provoca una buena compañía donde el silencio es tan cómodo como una película de sábado a solas, pizza y buen postre. Llegar a casa después de un largo día trabajo, quitarte los zapatos y poner los pies en el suelo. Visitar finalmente ese sitio al cual llevas meses, quizás años deseando ir. Definitivamente las emociones y sentimientos que emergen de este tipo de vivencias no tienen precio. Son tan sencillas y cercanas, que en ocasiones se les resta poder; el poder del bienestar.


Y es que buscando la mayor fortuna y riquezas materiales como la llave a la felicidad máxima dejamos pasar la verdadera abundancia. El simple regalo de estar vivo y poder apreciar la belleza del universo y su diversidad.

A veces escuchamos que una persona exitosa y espiritualmente estable, siempre es positiva, como si no hubiese en ellos espacio para errores, defectos ni tristezas y esto no es exactamente así. De ser humano forma parte cada proceso, tanto momentos felices como momentos tristes. Estar de bajón, incluso deprimido, de cierto modo es muestra de tu humanidad y señal de vida. No puedes sentir si no estas vivo, no puedes llorar, sentir ira, dolor, celos. Así que agradece a la vida por permitirte vivirla con sus altos y bajos. Agradece la abundancia que existe en el sentir, en el andar, respirar aire puro y percibir cada aroma, poder ver el amanecer, sentir el calor de un beso.

La clave de las llamadas personas positivas, personas vitamina, está en ser consciente! En saber identificar precisamente ese momento o estado de ánimo por el que la mente y el corazón se encuentran atravesando, y dejarlo ser, metabolizarlo como un proceso totalmente natural, sea triste o alegre, que ahora está en una etapa latente, pero que como todo tendrá su final para así dar comienzo a un nuevo proceso.


Es sencillo cuando aprendes a elevar tu conciencia. Solo debes parar, observar tu entorno y a ti mismo como un tercero y decir: 


Yo, (di tu nombre), en ese momento me siento de esta manera, (da igual qué tipo de sensación, tu la reconoces), me siento así por esto (identifica el motivo y se sincero contigo mismo, en este momento eres tu único juez).


Si la sensación que te provoca es buena acéptalo y agradécelo. Si no lo es pues también debes aceptarla, esta ahí, no puedes evitarla. Así que deja que fluya, sabiendo siempre que va a pasar, repítelo cuantas veces desees: esto va a pasar y agradezco a la vida por estar vivo y poder experimentar todo esto que me hace más fuerte, más sabio, que me ha permitido conocerme más, gracias!


Como ves, a tu alrededor hay cientos, millones de momentos y materia cargados de abundancia, personas dispuestas para ti, gente que te quiere y te estima, ese lugar donde encuentras paz aunque sea por un rato, esa fuente de energía que te aporta el universo con el sol, que te permite ver los colores y te abraza cálidamente. 


A partir de hoy, me gustaría que persigas tus ambiciones, sin dejar de valorar lo que tienes, porque ya eres exitoso, solo que aun no te has dado cuenta.

 


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