“Madres cubanas, más que víctimas…heroínas!”
Resumen: Madres cubanas.Testimonios; la inflación e indiscutible situación económica deficiente del país impide que los niños y jóvenes estudiantes asistan a clases eventualmente, poniéndose en peligro el desarrollo intelectual, la superación educacional y el profesionalismo de las nuevas generaciones, así como el desarrollo socio-cultural, científico-técnico e industrial de todo un país como consecuencia de ello.
Abstract: Cuban mothers. Testimonies; Inflation and the indisputable poor economic situation of the country prevent children and young students from eventually attending classes, endangering the intellectual development, educational improvement and professionalism of the new generations, as well as the socio-cultural, scientific-technical development and industry of an entire country as a result.
Palabras clave: Madres, economía,hijos, hijas, necesidad, precariedad, MLC, dólares, pesos cubanos, salario, desorden económico, inflación, identidad, trabajo.
“Los niños son la esperanza del mundo" escribió José Martí en su gran obra "La Edad de Oro", cuya revista vió la luz por primera vez allá por 1889. Desde entonces Martí, el más universal de los cubanos, promovió la importancia de fomentar el intelecto y el amor en nuestros pupilos: ser hombres dignos, para lo cual han de cultivar su inteligencia y sus sentimientos por igual.
Actualmente Cuba sufre una precariedad abismal, con una economía totalmente desestructurada y sin orden. Los cubanos deben sobrevivir día tras día, sin apenas poder responder a sus necesidades básicas como la alimentación, higiene y salud con un salario promedio de 4000 cup (moneda nacional o peso cubano). Esta cantidad es, para hoy 14-9-2022, equivalente a 24 dólares americanos, y la devaluación no se hace esperar, la crecida de la inflación es diaria y un sector social importante lo sufre, las madres cubanas y por supuesto sus hijos.
Se debe tener en cuenta primeramente que los productos disponibles en el mercado para la población se ofertan en MLC (Moneda Libremente Convertible), esta unidad es equivalente al 1 por 1 en dólares americanos y solamente era posible adquirirla por medio de remesas extranjeras hasta el 23-8-2022, de otra forma por posesión de efectivo procedía la penalización. Ahora solo está permitido cambiar en las llamadas CADECA (Casa de Cambio) 100 dólares mensualmente. Por otro lado el pago salarial a los trabajadores estatales es única y exclusivamente en pesos cubanos, por tanto, quienes no tienen remesas se encuentran privados del acceso a la mayoría de los productos comercializados en los centros de venta de la isla.
Dicho y aclarado el contexto iremos al grano: ¿Cómo sobreviven las madres cubanas trabajadoras a esta situación? ¿Qué pasa si no alcanza el salario para acabar el mes?
¿Cómo se garantiza la alimentación y nutrición de los niños en horario escolar? ¿Cómo gestionan la desmotivación de los jóvenes y adolescentes para evitar que abandonen los estudios?
Estas son algunas de las interrogantes que emergen de todo este paraje de confusión y carencias. Son muchas las madres que al ser entrevistadas han arrojado descontento, la tristeza se apodera de su rostro y hasta lágrimas se asoman al preguntar: ¿Cómo le estas haciendo con el niño, la merienda y la escuela? La mayoría manifiesta la misma reacción, un suspiro hondo, un trago en seco y un gesto que dice más que mil palabras.
"...Magia, me toca hacer magia con los mandados, todo está carísimo, pero tiene que ir, no se me puede quedar bruto...si lo que hay es un pan, pues ese es para él, y nosotros los adultos nos apañamos como podemos, ya uno está acostumbrado, pero él está en desarrollo..."
Estas son las palabras de Yudith, madre de Alejandro, quien tiene 11 años y está cursando el 6to grado. Yudith es Licenciada en Enfermería, es Especialista en el área intensiva e imparte clases en uno de los Institutos de Ciencias Médicas de la Habana. Su salario no excede a lo equivalente a 30 dólares. Vive con su madre de 80 años la cual recibe una chequera (pensión) de 1250 cup ( 7 dólares ). Eventualmente el salario no le alcanza para cubrir los gastos de su hijo y su madre, sin mencionar que prácticamente la mujer, la fémina, su calidad de vida y motivaciones personales han quedado en el olvido. Su prioridad y única razón para despertar a trabajar cada mañana es su familia, traer un plato diario a la mesa y mantenerlos lo más saludable posible, ya que enfermar en Cuba actualmente, más que una dolencia sistémica, representa un gasto económico. Los medicamentos escasean, y el negocio del momento es importarlos para la venta, los cubanos con la posibilidad de viajar aprovechan el panorama como una oportunidad de lucro, lo cual empeora aún más la situación de aquellos que honradamente trabajan por un sueldo.
Al caminar adentrando un poco la mirada en los diferentes entornos, arribar a la conclusión de que Yudith es un modelo característico de la sociedad femenina actual en Cuba no ha sido difícil. Pues se podrá pensar que esta situación la padecen barrios marginales o con bajo nivel intelectual, y sorprendentemente sucede lo contrario. Para aquellas madres que tributan al sector estatal y dependen de un salario mensual en CUP la realidad se torna insostenible. La mayoría de las veces deben elegir entre una necesidad u otra hasta el próximo cobro: o zapatos para la escuela, o la mochila, o leche para los desayunos, o alguna prenda de vestir. Esto es muy común en mujeres con un perfil profesional admirable, cabezas de familia, hijas responsables y con una educación perceptible al conversar. En cambio, aquellas que por elección u obligación (empujadas por el propio contexto) han optado por el oportunismo implícito en el caos, ya sea por no contar con un nivel académico que les permita ejercer una profesión u oficio o porque simplemente la supervivencia ha despertado la habilidad resolutiva y de cierto modo ha apagado la humanidad para/con sus semejantes, la manera de subsistir pudiera ser aparentemente más llevadera.
Pero ¿Qué no haría una madre por sus hijos?. Siendo conscientes, sería deliberado juzgar sin antes empatizar y aun así, se debe vivir diariamente bajo esta presión para emitir juicio con fundamento.
"...Mi niña va al Cuido, Cuido que es en MLC, para yo poder buscar dinero y comida... A veces estoy hasta 7 horas de pie en una cola para alcanzar algo, y ahí mismo hago mi negocio para vender a sobreprecio y sacarle algo al día...pollo, picadillo, aceite, lo que aparezca... como no hay nada, siempre se vende todo lo que consigo bastante rápido..."
Así describe Dalmis su actividad diaria. Le llaman " coleras ", sí , de cola. Salir a la calle y no ver largas filas sería demasiado alarmante y extraño en la Cuba de hoy. En todas partes, para comprar pan, para análisis médicos, para comer en una cafetería, para el transporte público y obviamente para las tiendas, que es donde está el negocio mayor.
Dalmis tiene una bebe de 2 años, es madre soltera y vive en Buena Vista, el reparto más marginal del municipio Playa según los propios vecinos. Para poder dedicarse a su negocio demanda de las horas diurnas. Ha preferido reservar su declaración en ocasiones ante preguntas como: ¿De qué otra forma puedes tener ingresos? ¿Con lo que ganas de la reventa te es suficiente?. Las suposiciones son varias ante el silencio, pero lo realmente importante es que esta madre no permite que su hija carezca, prioriza su alimentación apropiada por encima de cualquier otra necesidad, ha escogido un buen lugar para que comparta con otros niños, socialice y a su vez exista garantía de su integridad física, su salud, seguridad y bienestar. Aunque costear su guardería implica un gasto mayor, Dalmis paga disciplinadamente cada mes 50 MLC por la plaza de su pequeña allí. A ello se suman, las meriendas, el almuerzo, pañales desechables, productos de aseo para bebés, materiales escolares y juguetes para motivar a Lena, su hija, e incentivar su desarrollo psicomotor didácticamente. Todo esto está en falta normalmente, por tanto debe conseguirlo a sobreprecio con otros revendedores o con personas que importan productos del exterior.
Dalmis solo tiene 24 años, y su capacidad de resiliencia y como establece las prioridades la hace parecer mayor, mucho mayor. Decidió dejar los estudios al terminar el bachillerato. Desde entonces se ha dedicado a trabajar, como dependiente, hostess en restaurantes, promoviendo eventos privados, incluso como peluquera después de realizar un curso de cosmetología. Tener una carrera no resulta útil, estudiar implica una pérdida de tiempo, si al fin y al cabo tendrán que recurrir a ejercer cualquier otra actividad que les proporcione más dinero y con mayor frecuencia para poder sobrevivir al ritmo de este desorden económico. Así piensa el 80% de la juventud cubana, llena de sueños y ambiciones frustradas e insaciables, y Dalmis solo es una víctima más del sistema, pero se ocupa, no culpa a terceros, simplemente sigue adelante ambicionando un futuro mejor para su hija, sobre todo lejos, lejos de este pedacito de tierra en el mar.
¿Qué ha pasado con la identidad del cubano? ¿Qué rol cumple La Familia? Está ocurriendo un fenómeno aparentemente imperceptible; desde hace algunos años, esa manera de caracterizar e identificar a un cubano como un ciudadano alegre, solidario, honesto, amigable, natural y original ya no aplica, sobre todo la originalidad, de eso cada vez queda menos, ya que , al menos aquellos en plena edad de oro, no se sienten orgullosos de ser cubanos, ni de vivir en Cuba, ni de su cultura, desconocen e ignoran sus raíces, nacionalizan cada vez más costumbres y hasta la moda de otros países, fundamentalmente de los continentes Europa y Asia. Esto sucede debido a la atribución prioritaria de importancia otorgada al foráneo, al turista, por el propio gobierno, supuestamente por promover el desarrollo económico al punto de subvalorar completamente los derechos de sus ciudadanos al margen de la humillación y la falta de decoro, permitiendo así que casi todo el que viaja a la isla tenga este concepto y un comportamiento por consecuencia con un toque de superioridad o pena.
Análisis sociológicos arrojan que los elementos fundamentales de un país son: las empresas y la familia. La Familia en este caso, cómo se desarrolla ante este escenario? Cada vez son más las generaciones enajenadas, la falta de valores sociales, la prioridad es económica. Es aquí donde las madres y los padres han olvidado la importancia del núcleo familiar, del fomentar la cultura y el intelecto. Y es que resulta triste pero los hijos ya no admiran a sus padres, simplemente ven a un ser honrado y trabajador, sí, esforzarse cada día durante años para nada, ni siquiera para garantizar una vejez digna y cómoda.
"...Es feo decirlo, pero yo los entiendo, yo pertenezco a una generación diferente, donde ir a la universidad era prestigioso...llegar a la casa con la saya del Pre Universitario era todo un orgullo, los vecinos sentían admiración, te saludaban con ese cariño y respeto por el esfuerzo que implica la superación profesional, no cualquiera iba a la universidad. Mi generación fue educada con muchísima disciplina, y el trabajo honraba a la persona... trabajar, trabajar, trabajar, vivimos para trabajar y olvidamos vivir, solo que ahora no tenemos nada realmente por tanto trabajo, unos cuantos dolores y achaques eso sí, Diabetes por aquí, Hipertensión, ya sabes, la edad..pero si, yo los entiendo..."
Directora del Centro de Elaboración Alimenticio estatal. Esta mujer tiene 2 hijas y una de ellas emigró hace 1 año y medio para los Estados Unidos en busca de lo que todos: oportunidad de superación y mejor calidad de vida. Nos cuenta que ese evento fue uno de los más duros de su vida, no solamente por lo difícil que resulta para una madre dejar partir a los hijos en busca de materializar sus sueños, si no porque en ese momento se dió cuenta de que después de tanto sacrificio y trabajo, no tenía un presente digno ni para ella ni para sus hijas, que estas habían crecido y que han tomado conciencia, que los años pasaron volando y poco había hecho, y que aunque sus hijas la admiran y respetan por ser una excelente madre y profesional, prefieren tomar otro camino antes que seguir sus pasos. Eso marchitó su corazón y abrió sus ojos... y aunque nunca es tarde, no puede evitar mirar atrás y sentir eso que no pudo explicar pero que la hizo llorar.
Lágrimas, tristeza, frustración, entereza, resiliencia, valentía, resolutividad, conciencia, necesidad, amor, depresión, impotencia, preocupación y ocupación; son demasiados sentimientos colisionando en el interior de cada una de estas madres, que a pesar de no tener el control sobre la situación del país y desconocen rotundamente cómo se comportará en los próximos 20 años la relación socioeconómica siguen despertando cada día por el amor, ese amor incondicional que las caracteriza, ese amor que no tiene comparación y que te cambia la vida por completo desde que se da a luz por primera vez, ese que te hace ser mejor y más humana, que te hace prácticamente inmortal porque tienes que estar para ellos y ellas, que te hace heroína!
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